miércoles, 18 de enero de 2012

A cuidar el porte y la elegancia, que si no...

Leía hace unos días un documento que contenía la siguiente frase: La fealdad solo puede nacer de la mentira (Martin Mosebach). El documento era de liturgia, pero es aplicable la enseñanza. Presentarse mal, no cuidar el aseo, la limpieza y la elegancia, nunca pueden ser síntoma de belleza, de amor a la verdad, de sentido trascendente de la existencia.
¡Y si no... que los agentes de movilidad actúen!

1 comentario:

Vila dijo...

Hay un dicho que dice que la belleza interior siempre se refleja en el exterior.