lunes, 29 de septiembre de 2014

Una fiesta de fe, que traerá cola....

Eso ha sido la Beatificación de Álvaro del Portillo. Todos los que estuvimos o lo vimos por televisión, lo pudimos comprobar personalmente. Y a todos nos han llegado algunos mensajes:
- la alegría de su vida, que era fruto de la entrega y se manifestaba en que siempre sonreía.
- El Papa animándonos a imitarle y a acudir a su intercesión.
- Dar lo que tenemos a los demás, y no guardárnoslo para nosotros.
- Cuidar la familia para sea un semillero de vocaciones...

Y algo personal, pero que no puedo no contar. Ayer por la tarde, el Prelado de la Obra, el Padre lo llamamos sus hijos, quiso reunirnos a los que habíamos coordinado todas las tareas de la organización para darnos las gracias, y pedirnos que las hiciéramos extensivas a las más de 4.500 personas que hicieron posible que todo saliera tan bien: técnicos de sonido, voluntarios, policía, sacerdotes que distribuyeron las más de 100.000 comuniones, bomberos, producción, las que prepararon los lienzos y ornamentos del altar y de las capillas eucarísticas, y un larguísimo etc que sería interminable. Gracias a todos, y a vosotros por acudir, porque si no, esto no hubiera servido para casi nada.

Adjunto algunas fotos, originales y simpáticas que pude tomar estos días...

Todo para la gloria de Dios...

La noche anterior, velando armas...




Guardamos todo en un camión, por miedo a la lluvia del 28

Familiares del Prelado

Uno del coro que llegó... patinando

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