jueves, 19 de mayo de 2011

Contagiar la alegría

Es lo propio de un cristiano, y forma parte de la misión que le Señor nos encomienda, al darnos la fe.
No se si hará falta bailar con tanta gracia como los que lo hacen en la Estación Central de Antwerp, pero si hace falta... ¡lo haremos!
Un pequeño vistazo a tu día...

1 comentario:

Pseudonima anónima dijo...

Si te das cuenta que esa alegria es consecuencia de saber que tienes un Padre que te quiere mogollón , la alegría no debería ser ninguna misión , sino una consecuencia.
Cuando estoy triste y no contagio ná es porque perdí de vista que Dios es nuestro Padre.
A examen!
Thanks!