Pesao es el que insiste; el de la broma fácil, que no hace gracia, y que repite una y otra vez; el que no para hasta que la respuesta no coincide con lo esperado; el que no escucha; el que habla sin parar; el que llama a deshora; el que no se va...
Son todas ellas faltas de caridad que hay que corregir, por el bien de los demás, claro.
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