sábado, 22 de noviembre de 2008

Valentía

Ser cobarde es una debilidad. Los cobardes salen corriendo cuando se presenta la primera dificultad. Los cobardes no dan la cara por nada ni por nadie. Los cobardes critican por la espalda. Los cobardes no se atreven a hacer las cosas, sin importarles lo que puedan decir o pensar los otros. Los cobardes tienen muchas caras, dependiendo de con quien estén. Los cobardes nunca emprenden cosas que cuesten. Los cobardes no se plantean metas altas. No son magnánimos ni generosos. ¡Hay que ser valientes!

2 comentarios:

Altea dijo...

¡Cómo me encanta esa frase! Se me quedó grabada desde que vi la peli cuando era una cría.

Jaime Sanz dijo...

La película, que seguramente habrás adivinado, es "La princesa prometida"