viernes, 19 de febrero de 2010

Hay que pedir para no ir como los cangrejos

En la oración, hay que pedir. Es verdad que Dios nos habla y también nos pide, pero Él ya sabe que lo nuestro es pedir.
Me contaba una madre que su hija desesperada porque no "oía" a Jesús cuando rezaba se fue al oratorio del cole y le dijo: Jesús, si me escuchas, dime la palabra "cangrejo". Y no se la dijo, o al menos ella no la escuchó...

Su madre ya le explico, y muy bien, por cierto, que Dios habla de otra forma, en el interior del corazón. Y a nosotros ya nos ha hablado Dios, cuando no se sabe porqué a esa niña la palabra que le vino a la mente fue la de los cangrejos, que en vez de avanzar, retroceden, como nosotros.

Piensalo y pide; no hagas como el del video. Y si Él te pide más, ¡dile que si!

4 comentarios:

GAZTELU dijo...

Yo no he visto una cosa igual!!!
Yo voy a probar a pedirle al Señor algo "como coceto genera",a ver que pasa,es una fórmula nueva que no he probado nunca.
Que bonita la respuesta de esa madre a su hija,es verdad que Dios nos habla en el corazón,pero también es verdad,que con esta vida que lleavamos en el que no existe un minuto de silencio,es imposible escucharle.
Dios anhela nuestra compañia,procuremos sacar unos minutos al dia para escucharle y hablarle de nuestras cosas.
GRACIAS

Anónimo dijo...

Buenísimo!!! Gracias capellanes!!!

Pseudonima anónima dijo...

Voy a hacer un archivo con todas las entradas que ponen de Jose Mota, todas elevan mi espíritu!
Identificación 100% con "este sujeto". Soy de las que diría: "Oiga , que ya hago bastante sentandome en esta mesa, que encima hay que pedir?"
Creo que no se hacen una idea de la "fuerza " que tienen cada día estos vídeos en la cabeza de las que lo místico no nos va. Cada día estos puntos me sirven paz hacer oración.Gracias!

Juan dijo...

Pues sí hay que pedir mucho. Lo mas fácil del mundo, pedirlo todo y dar a cambio muy poco o nada y sin embargo nos cuesta mucho trabajo.

El testimonio de la vidente Catalina, nos advierte de que debemos ofrecerlo todo (nuestra debilidad tb) y pedir mucho sobretodo en la Santa Misa