lunes, 1 de noviembre de 2010

De víctimas y verdugos

Hacerse la víctima es un truco viejo para evitar el castigo. Vamos de víctimas: ¡cuánto sufro!, ¡esto sólo me pasa a mi!, ¡todo lo hago yo!...
Y llega un momento en el que nadie se atreve a pedirnos nada, ni a contarnos nada, porque como el pobre, o la pobre lleva tanto encima...
¿Víctimas de verdad o ficticias? Si pensáramos más en los demás...

4 comentarios:

GAZTELU dijo...

Hacerse la víctima me parece una forma de egoismo tan grande que no puedo con el tema.

Cuando me encuentro con alguna persona-victima, la suelo escuchar, luego le digo lo que son problemas de verdad, a continuación falto a la caridad con mis pensamientos y luego me voy a confesar.
Soy así de bestia....es una asignatura suspendida que tengo que "estudiar" más.

GRACIAS

Anónimo dijo...

Creo que la fortaleza de carácter tiene bastante relación con las dificultades. Pienso que tu postura, Gaztelu, no es tan bestia; es más, creo que es lo correcto. Ayudar no es evitar; el que evita la contrariedad, se da de bruces con la fragilidad. La queja habitual conduce al rechazo; es agotador vivir con alguien que tiende al victimismo. Además hay que tener cuidado, entrar nos puede llevar a convertirnos en víctimas y la supuesta víctima en verdugo. AC

GAZTELU dijo...

GRACIAS AC POR TUS SABIOS CONSEJOS

GAZTELU dijo...

La entrada de hoy se etiqueta CARIDAD Y FRATERNIDAD, seamos generosos con estas 2 virtudes y redoblemos oraciones por Carlos, no paremos de encomendarle a la Virgen para que no le suelte de su mano y nosotros empugémosle con nuestra oración.

GRACIAS A TODOS