Así lo explica una y otra vez el bueno de Frodo ante la explicaciones de Gandalf que se pone un poco pesadito. No seamos cansinos con los demás. Si decimos las cosas una vez, ya es suficiente, y no hay por qué insistir una y otra vez en lo mismo.
Es una muestra más de ese saber estar que tienen las personas educadas.
3 comentarios:
La verdad es que tiene razón, y la pena es que cuando ocurre se consigue el efecto contrario de lo que se busca. Nos artamos y decimos NO solo por llevar la contraria, aunque inicialmente nos pareciese bien el tema.
Pero ni tanto ni tan calvo; muchas veces sólo una vez es muy poco, y se necesita alguna más para que nos enteremos. !Somos duros de mollera en no pocas ocasiones!.
Lo dificil es conocernos y conocer al prójimo para conocer el límite.
Buen finde (espero, hoy mi hija ha decidido tener una nochecita de Jota...)
La verdad es que no estoy del todo de acuerdo con la entrada de hoy.
Una persona cansina resulta insoportable,pero hay veces que hay que repetir las cosas una y mil veces y a pesar de todo la gente no se entera.
Decir las cosas una vez sería lo ideal pero yo confieso que estoy "permanentemente en campaña electoral" con mis hijos y con mucha gente de mi alrededor.
En casa, me canso yo misma de oirme repetir mil veces las mismas cosas TODOS LOS DIAS.
Fuera de casa procuro ser más "creativa" y repito lo mismo pero con distintos matices para que no suene igual.
Los momentos por los actualmente atravesamos requieren en mi humilde opinión, repetir mil veces determinados mensajes para que la gente no se deje engañar.
Yo me quedo sorprendida de las barbaridades que oigo y me veo en conciencia "obligada" a ser cansina para defender lo que creo firmemente que es la verdad.
GRACIAS Y BUEN FINDE
Creo que el secreto de lo que cuentan hoy, ésta en la etiqueta que ponen : caridad.
Y hoy me decanto más por la técnica que cuenta Capellania... Hablar , decir, pero cuando nos ponemos pesad@s es porque en el fondo creemos demasiado en nuestras fuerzas.
Soy de la opinión de hablar lo justo, pero estar al quite en el momento adecuado y también ofrecer más ( se nos olvida a veces , o preferimos no recordar... la fuerza de las pequeñas cosillas que se pueden ofrecer a lo largo del día)
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