Hagamos historia
(Esta sección del blog pretende recordar una selección de entradas antiguas, que pueden servir de "repesca" a los que se incorporaron después. Espero que la selección esté bien hecha. Podéis sugerir las que más os hayan gustado)
Todos cometemos errores. Errores y pecados. A veces por negligencia, otras veces porque nos da la gana. En fin...: la fragilidad no es algo que haya que celebrar. La solución no es huir, ni ocultarlos, ni emborracharse para olvidar. La solución es confesarlos y repararlos. Eso nos pone de nuevo en la casilla de salida: confesarlos y repararlos.
4 comentarios:
Yo diría que no hay día en que no ofendamos a Dios tanto por error como por omisión.
El sacramento de la confesión es un acto de humildad tan grande que cada vez que hacemos uso de él avanzamos un trozo del camino en esta virtud.
Querer ser más humilde y manso de corazón es querer parecerse cada día más a Cristo que es a lo único que yo aspiro en mi vida.
No comprendo como nos gusta tener nuestro espíritu sucio cuando es tan fácil coger un folio y apuntar 3 0 4 productos de limpieza para limpiarlo.
Si el mundo supiera la gracia, los frutos y la fuerza que se recibe para seguir adelante en este sacramento habría colas(incluida la silleta de playa) para recibirlo como en los conciertos o manifestaciones que ves a la gente sentada esperando a ser el primero para entrar y ver al ídolo querido.
Dios es mi ídolo y tengo la suerte de "hablar" con él a través de sus hijos sacerdotes cada vez que entro en el chiringuito.
GRACIAS Y BUEN DIA
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La confesión es un gran misterio que descoloca. Semana tras semana caemos y siempre repetimos lo mismo y Dios semana tras semana se empeña en querernos más.
Quien no querría tener un Amigo así?
Todavía me sigue asombrando la alegría que recibes, que se me escapa a toda idea que quiera razonar, ( eso debe ser la gracia...)
Soy una forofa de hablar de la confesión a mis amig@s pero me ha devuelto la vida!
Hola, me invitaron a hablar en este blog y hoy he visto el tema de la penitencia y me ha motivado mucho, porque ahora de vacaciones creo que algunos, por lo menos a mí, se nos olvidamos este sacramento tan importante. Un sacramento de reconciliación con nuestro Padre que tanto y tanto nos perdona!!
Estoy leyendo un libro de unos protestantes que se convirtieron al catolicismo, y realmente tenemos que estar muy agradecidos de ser cristianos católicos, porque entre otras cosas, los protestantes no tienen este sacramento.
Gracias a todos los que lleváis este blog!!
Bienvenida Isa!! Estás en tu casa! Gracias por tu comentario tan acertado!!
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