Todos ciudadanos del mundo, que con nuestra fe impregnamos de alegría todo aquello en lo que intervenimos: trabajo, descanso, deporte, cultura, ciencia, arte...
Porque si lo decían en la Epístola a Diogneto (que puedes leer íntegra aquí) en el siglo II, lo tienen que seguir diciendo ahora también de los cristianos.
1 comentario:
Cómo me gusta!! Qué bonito es cuando dejamos que lo Invisible vaya llenando todo lo visible.
GRACIAS!
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