Interioridad se podría definir con la expresión que usaba S. Josemaría: "crecer para dentro". Se refería a esos momentos en los que, durante la guerra civil, cuando su vida corría serio peligro, hubo de refugiarse en la Legación de Honduras, un pequeño pisito en el centro de Madrid, que gozaba de inmunidad diplomática.
Necesitamos crecer para dentro, y este verano, rezando, contemplando la maravilla de la Creación, el silencio de un apuesta de sol, la grandeza e inmensidad del mar, darnos cuenta de lo que somos y lo que tenemos que ser, con la ayuda de Dios.
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