- la alegría de su vida, que era fruto de la entrega y se manifestaba en que siempre sonreía.
- El Papa animándonos a imitarle y a acudir a su intercesión.
- Dar lo que tenemos a los demás, y no guardárnoslo para nosotros.
- Cuidar la familia para sea un semillero de vocaciones...
Y algo personal, pero que no puedo no contar. Ayer por la tarde, el Prelado de la Obra, el Padre lo llamamos sus hijos, quiso reunirnos a los que habíamos coordinado todas las tareas de la organización para darnos las gracias, y pedirnos que las hiciéramos extensivas a las más de 4.500 personas que hicieron posible que todo saliera tan bien: técnicos de sonido, voluntarios, policía, sacerdotes que distribuyeron las más de 100.000 comuniones, bomberos, producción, las que prepararon los lienzos y ornamentos del altar y de las capillas eucarísticas, y un larguísimo etc que sería interminable. Gracias a todos, y a vosotros por acudir, porque si no, esto no hubiera servido para casi nada.
Adjunto algunas fotos, originales y simpáticas que pude tomar estos días...
Todo para la gloria de Dios... |
La noche anterior, velando armas... |
Guardamos todo en un camión, por miedo a la lluvia del 28 |
Familiares del Prelado |
Uno del coro que llegó... patinando |
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