sábado, 27 de junio de 2009

Meloso, meloso...

La vida no es así, afortunadamente, porque seríamos todos medio tontos, la verdad. Si el clavo no ofrece resistencia cuando penetra en la pared, no sirve para nada, porque con la misma facilidad con que entra, se sale. Este ejemplo lo ponía S. Josemaría para animarnos cuando llegan las dificultades, o cuando comprobamos que las metas que nos proponemos cuestan.
Agradece a Dios que puedas mejorar cada día, cuando las cosas te cuesten, y ofrece ese sacrificio como expiación, que es uno de los fines de la mortificación.

4 comentarios:

Pseudonima abono dijo...

Encontre a Dios en la dificultad y aunque no tengo ganas de más dificultades es el mejor estado :quedarse sin nada solos delante de Dios ,solos de verdad ,es el mejor consuelo.Hace poco leí que no necesitábamos fe sino memoria para recordar que Dios siempre esta a nuestro lado.
Al final "su santo" me va a caer bien..

Pseudonima anónima dijo...

Quise decir pseudonima anónima pero la tecnología me traicciono...

GAZTELU dijo...

Suscribo todo tu comentario pseudonima. En el dolor y la dificultad es donde el alma es mas pura,es donde se vuelve mas recia y donde uno suele percibir las caricias y afectos de nuestro Padre Dios porque es cuando somos mas humildes y anhelamos mas a Dios.
No se que opinan nuestros curas ante mi reflexion? seguramente estare diciendo tonterias; era una reflexion muy pesonal pero no se si acertada.
El video me produjo ENVIDIA,de vez en cuando que bien viene esa ñoñeria...
GRACIAS

Jaime Sanz dijo...

Qué vamos a decir! Asistimos admirados ante semejantes comentarios y reflexiones de calado, como las que estás apareciendo estos días! Memoria antes que fe...; en el dolor el alma se purifica... Toda una lección! Aprendemos, y mucho!