lunes, 22 de noviembre de 2010

Autoridad, disciplina, obediencia

Que te hago la pinza austriaca y te fundo... Triste, pero es lo que ocurre muchas veces. ¡Qué importante es obedecer! La obediencia es la primera virtud que se adquiere, y una de las más básicas, porque sin obediencia no hay humildad, ni caridad, ni fortaleza, ni dominio de si...
¿Cómo vamos de obediencia?

4 comentarios:

GAZTELU dijo...

Poco que añadir a la entrada de hoy porque la ha desarrollado usted divinamente.

GRACIAS

Pseudonima anonima dijo...

De obediencia fatal! Me salen granos sólo de pensar en obediencia!
En lugar de obediencia, me gusta más que me sugieran, soy de las " rebeldes con causa".
Lo que veo fundamental es que si nos ponemos en manos de alguien para que nos ayude, hacer las cosas con diligencia, empezando siempre por lo que más nos repatee, así la vida es un gustazo, para el que manda o sugiere y para el que obedece y se fía. Merece la pena!

Y tú, ¿cómo lo vives? dijo...

Sin obediencia no hay humildad... y sin humildad no hay obediencia.
Pseudo, yo tb soy un poco de las tuyas... pero para algo están los que nos ayudan...sino, vamos listas! Por eso es importante tener muy claro lo que queremos, ir a nuestra bola o dejarnos ayudar.
Ahí está nuestra lucha..

Gracias!!

Pseudonima anonima dijo...

Toda la razón Nuria!! Porque lo de ir a " nuestra bola " es muy tentador , a mi se me ocurre ésta idea " tan original y con tanto contenido de humildad" a diario!!!, pero se convertiría la vida en una bola rodando sin rumbo y éso tiene mala pinta.