La vida es como la partida de cartas de "El golpe": nos lo jugamos todo a una carta. Ganarla no es sólo cuestión de suerte: hace falta trabajo, empeño, y arriesgar.
Cuando juegas al pócker tienes que "descartarte" del "lastre" que sobra y quedarte con las mejores. En la vida cristiana hay que descartar lo que no nos ayuda a ser coherentes, para quedarnos con lo que de verdad vale la pena.
Pues el adviento y la navidad que es tiempo de conversión, puede ser una buena ocasión para descartarnos de lo que no va.
¡Y recuerda que mi nombre es Lonegan!
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