Basta un detallito, interesarse por algo del otro, acordarse de las personas que quieres en el momento adecuado, rezar por ellas, y sacrificarte si es preciso por hacer la vida cada un poco más agradable a los que tienes más cerca. ¡Limpia los cachivaches del egoísmo del desván de tu corazón! ¡Hazle hueco al prójimo!
1 comentario:
Vivir para los demás no es solo la ley del deber sino también la ley de la felicidad.
GRACIAS
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