Mi madre siempre me lo repetía hasta la saciedad: ¿Pero me estás escuchando? Y es que cuando no nos interesa lo que nos dicen no prestamos la más mínima atención.
Pues a Dios a veces le tratamos así, porque nos grita muchas cosas en la oración, y no le hacemos ni caso. Haz la prueba de intentar descubrir qué te está pidiendo últimamente, y ya verás, ya verás...
2 comentarios:
Había escrito una entrada tan personal que la he borrado.
Sólo diré que claro que Dios nos grita, y bien alto. Yo no he podido mirar a otro lado ya más.
Es como si me hubiera dicho: mira guapa, eres mia y ya vale de hacer el "tonto" durante tantos años ¿vale?, quiero que me des más... mucho más.
Pues eso, ahora poco a poco hay que irlo materializando en cosas concretas y mas o menos pequeñas. Para lo cual hay que seguir agudizando el oido y poner la voluntad.
Es el colmo de los colmos el mota!!!
Yo también digo millones de veces a mis hijos esta frase, sin ir más lejos ayer a mi "adolescente varón" que ha traído unas notas EXCELENTES.
Me estás escuchando? el castigo hasta la evaluación es una lista interminable de privaciones excepto del derecho a vivir, comida y habitación.
Espero que Dios sea más magnánimo conmigo a la hora de juzgarme sobre si le estoy escuchando y poniendo por obra todo lo que ultimamente me está pidiendo.
La oración es la mejor cura de belleza para el alma porque es donde realmente Dios saca lo mejor de nosotros si le escuchamos.
Porque no le escuchamos? porque normalmente lo que nos pide "duele"
pero a mi siempre me queda el consuelo de saber que QUIEN BIEN TE QUIERE TE HARA LLORAR.
Saber que Dios me quiere de tal manera me reconforta y me ayuda a INTERTAR cumplir su voluntad que casi siempre no coincide con la mía.
GRACIAS Y BUEN FINDE A TODOS
Publicar un comentario