La familia del anuncio, desde luego, pero es que a nosotros nos pasa un poco lo mismo. Hay que pararse a contemplar, meditar, admirar, rezar... Es que si no la vida pasa y pasa y uno no se entera de qué va esto...
Dedica un tiempo diario a la oración, sin prisa.
1 comentario:
Vaya, según leía la entrada pensaba que iba a terminar recomendándonos una buena parada y hacer un curso de retiro.¡ahhhh ha perdido su oportunidaaaad!
Yo ya me estoy organizando.
Ahora, lo de el rato diario de oración viene de maravilla para recargar pilas; y a veces, respirar hondo.
Creo que hoy estoy poco inspiráaaa.
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