Agrandamos las cosas; le damos a la lengua; exageramos; tergiversamos; inventamos... ¡Ojo con la lengua! Ya lo advirtió hace unos cuantos siglos el apóstol Santiago: "La lengua es como fuego, un mundo de iniquidad. Mira que poco falta para quemar un gran bosque" (Santiago 3, 6)
2 comentarios:
Hace poco hablando con una amiga sobre la discreción me decía que cuando contamos lo personal que nos han confiado o exageramos algo es como si nos subiésemos en lo alto de un edificio y rompiésemos una almohada con un montón de plumas en un día de viento...
Cuando luego te das cuenta de tu metedura de pata, recoger un montón de plumas esparcidas por la ciudad es imposible.
Un poco tremendo el ejemplo , pero merece la pena pensarlo.
Me apunto lo del visillo, genial!
Acabo de leer en twitter @sJosemaria:
"Discreción no es misterio ni secreteo, es simplemente naturalidad".
ole por este twitter! Y viva la naturalidad !
Las personas discretas tienen mucho encanto y mucho amigos.
Y... La abuela 'l el visillo ... Una lianta!
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