Con la fe no hay contratos temporales, sino todos de larga duración. Nada de decir que ahora ya no creo, que las cosas han cambiado, que como trabajo tanto no tengo tiempo de rezar, que como llego tan cansado a casa ya si eso, mi mujer reza con los niños...
¡Contratos de larga duración siempre!
1 comentario:
Y cuando entran ganas que a uno le despidan o le den vacaciones, arrimarse a los que llevan trabajando sin vacaciones , algo tendràn que contar.
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