No viene nada mal, y si es cada día al final de la jornada..., mejor. Ayuda mucho saber cómo vamos, pedir perdón, rectificar el rumbo, y sacar un propósito para recomenzar al día siguiente. Esto es el examen de conciencia, en el que además de todo esto, que no es poco, le pedimos ayuda a Dios.
¡Menudo chollo!
(El video me gusta; lástima que pasen por encima de las fotos que recogen el momento en el que ganamos el mundial de fútbol sin detenerse... ¡Imperdonable!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario