El olor del mar, las sobremesas que se prolongan, las tardes de parchís, paseos inolvidables en bicicleta, ratos con la familia y con los amigos que se recuerdan tanto..., y tiempo para Dios, para tu ratito de oración, dando gracias por tantas cosas maravillosas, pidiendo otras y comprometiéndote a ser un poquito mejor persona. Huele a verano.
1 comentario:
En casa hay una frasecilla que durante el verano nos sale sin mucho esfuerzo...
"Disfrutar a lo grande de lo pequeño"!
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