Es lo mejor de todo. La receta no solo para el verano, sino para el resto del año. Uno vive olvidado de sí mismo, pensando en los demás, en cómo hacerles la vida más fácil, servirles mejor, hacerles sonreir, ayudarles a acercarse más a Dios, y es feliz, feliz, de verdad. ¡No lo dudes!
1 comentario:
mMuchas gracias por sus consejos , aunque no pertenezco a este colegio , me gusta cada día leer los post pues me ayudan con sencillez a ofrecer a Dios cada minuto del día y sobre todo me llenan de Esperanza y optimismo.
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