1.
"¿Qué tal el verano? Me preguntan mis amigos y mis compañeros de trabajo y yo respondo: ha sido un regalo, un regalo de Dios. Y paso a explicarles sólo el primer regalo.
Y efectivamente así ha sido, este verano he recibido unos cuantos regalos de Dios: 1º regalo: la curación y recuperación paulatina de una hermana mía que ha estado muy muy malita. El poder descansar unos días toda la familia junta tras este susto, cuando contábamos sólo con jornadas de hospital, ha sido una caricia. Te hace valorar realmente lo importante y lo que vale la pena. Y me ha enseñado a ponerlo todo en Sus manos.
2º regalo: he tenido la dicha de recibir una gran paz y tranquilidad, Dios me quiere con locura, tal cual soy y mis circunstancias actuales -aunque éstas se prolonguen sin causa justificada ni fecha prevista-. Así es como me quiere y lo demás no importa, y es una gozada saberlo!!.
3º regalo: estoy pudiendo ver cómo Su mano está tocando en el corazón de la persona que más quiero en este mundo.
Así que solo puedo decir ¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!. Gracias Dios mío por quererme tanto.
Propósito del año: intentar corresponder a ese amor diciéndole que sí. Ponerme delante del sagrario y aprender a abandonarlo todo en sus manos. Dios sabe más y lo he comprobado”
Foto de la iglesia donde hago la Adoración Nocturna |
2 comentarios:
Pues el segundo regalo es un regalazo! Darse cuenta que Dios te quiere con locura con tus circunstancias actuales aunque no entiendas ni jota.
Esta semana me preguntaba por alguna preocupación si Dios nos estaría viendo. Hoy por la noche me desperté pensando en lo mismo y de repente di la vuelta a la pregunta: sabré ver yo a Dios en esto que me sobrepasa?
Gracias por compartir este microrrelato!
De nada!
Estoy de acuerdo contigo, anónimo, el segundo es el mejor (una pasada).
Y ponte un Nic "Anónimo", yo evidentemente hoy no puedo firmar con el mío ;)
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