Muchas veces nos toca asumir responsabilidades, que podríamos llamar "extraordinarias". A vosotras, quedaros como responsables de la casa cuando vuestros padres están fuera. A las más pequeñas, portarse bien cuando se quedan las mayores al mando. A los padres, hacerse cargo de los hijos de unos amigos que se van de viaje... Todos tenemos que ser generosos y dar de lo nuestro, como siempre, pero en esos casos, sabiendo dar algo más.
Dios hace lo mismo con nosotros. Hay temporadas en las que nos pide un poco más, y nos envía alguna cruz: enfermedad de un ser querido; un problema económico; un conflicto en casa que no esperábamos... Que seamos un "canguro" responsable, como la de la película, que sabe hacer frente a los "poderes de Jack-Jack", con infinita paciencia. Y todo, ofrecido a Dios, con buena cara... ¡Cómo nos lo pagará el Señor!
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