Cuando uno tiene una preocupación; cuando no sabes qué hacer; cuando has hecho algo mal; cuando no sabes qué elegir; cuando notas que Dios te pide más; cuando reconoces que le estás dando poco, muy poco...; cuando algo te hace muy feliz; o te entristece; cuando no sabes cómo corregir a una amiga; cuando... ¡hay que hablar! Busca el consejo y la ayuda de alguien de quien te fíes, y que te pueda ayudar, y si además es sacerdote, ten por seguro que rezará por ti.
2 comentarios:
Y si no es sacerdote...¡¡también puede rezar por ti!!!. La oración no es privilegio de los clérigos...a Dios gracias.
Totalmente de acuerdo!! Faltaría más.... Pero a lo que me refería es a que nosotros, los sacerdotes, nos corresponde por la entrega que nos ha pedido el Señor hacerlo siempre, porque es nuestra obligación, gustosa, por cierto. También lo hago por ti, en este momento. Y gracias por la apreciación!!
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