viernes, 17 de julio de 2009

Vamos a la cama que hay que descansar...

A lo mejor cuando vean esto los niños de ahora, no hacen ni caso. Es lo que nos ponían a nosotros de pequeños y funcionaba. Sea como sea, lo importante es que hay que obedecer, e irse a la cama cuando lo mandan en casa. En verano lo de acostarse pronto..., como que no, pero luego al día siguiente a ver quien nos levanta...

Un buen sacrificio, el del minuto heroico, que hay que empezar a vivirlo por la noche.

5 comentarios:

Pseudonima anónima dijo...

He participado en algunas charlas de formación de líderes,y lo primero que se habla es horario,objetivos,hora de acostarse y madrugar,y no dejarse llevar de pereza o desánimo,tengo que deciros que en esto el Copyright no es de la Iglesia .Si a esto se le da un" Sentido más grande"...no os parece un plan genial??

GAZTELU dijo...

Pues tienes toda la razon pseudo...
GRACIAS POR TU COMENTARIO

Anónimo dijo...

Hombre... yo mantengo horarios y normas mientras permanezcan bajo mi techo, pero en verano... amplio un poquito, no? A veces "suavizar" la rigidez cuando han cumplido durante el largo invierno... la autoridad tiene COMPRENDER y ser un poco piadosa... Gracias. AC

Jaime Sanz dijo...

Como siempre... ¡aprendiendo! Hay que formar futuros líderes, los hijos, pero siendo comprensivos y no atosigando con demasiadas normas rígidas: formar en libertad y cada uno que aprenda a asumir su responsibilidad.

Anónimo dijo...

Está claro, los hijos son de Dios y del mundo. Nuestra misión es "prepararlos" para que libremente caminen bajo su responsabilidad. Grac. AC