A todos se nos rompe el alma cuando vemos un niño pequeño enfermo. Y por eso hacemos lo que sea para que se cure. Tenemos corazón y esto lo demuestra.
Veamos así siempre a los demás que muchas veces tienen cardiopatías no se si congénitas, pero muchas veces agudas: falta de sensibilidad ante los demás, corazones endurecidos por el egoísmo, personas que solo piensan en sí mismas... y hagamos lo que sea por curarlos.
1 comentario:
Lo siento D.Jaime, pero ante las personas egoistas redomadas, que solo miran su ombligo y que no son capaces de arrimar el hombro ni ante sus familiares cercanos en situaciones de urgencia, ahora mismo solo soy capaz de rezar por ellas.
Tal vez tengo un caso demasiado cercano y estoy dolida...
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