Es lo que hace la protagonista del anuncio. Lo del seguro, me importa menos, la verdad, porque el mejor seguro de vida es que si trabajamos así, y se lo ofrecemos a Dios, convertimos el trabajo en oración. ¿Quién da mas?
Me decía el otro día un pastelero que mientras trabajaba por la noche en el obrador rezaba por las personas a las que endulzaría la vida al día siguiente. ¿Bonito, verdad?
1 comentario:
La semana pasada el trabajo fue de pena. He pensado este finde en el concepto de " éxito" o " fracaso" y que un aparente fracaso se puede convertir en un éxito si hubiese ido ofrecido.
Bendito " fracaso" que nos pone en órbita y nos hace plantear en qué órbita vivimos, en la de Dios o en la nuestra...
Ay madre, siempre igual...
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