A veces nos pasa que tenemos que viajar y para los que no lo hacemos habitualmente es una ocasión para distraerse y aprender. Descansa viajar. Pienso en los que no tienen oportunidad de hacerlo y pienso en Jesús encerrado por amor en el sagrario. Vayamos a visitarle más. Nos espera.
1 comentario:
Siempre que me he estado un rato delante del sagrario , cuando me voy , además de la genuflexión le hago un guiño de ojo al Señor y le digo : vente conmigo a casa, al trabajo, vente con mis amig@s, vente a todo!
Ya sé que parece poco serio , pero me encanta
hacerlo... Así que el Señor es también " muy viajero"
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