domingo, 2 de mayo de 2010

Película sobre el aborto

Es una película dura, muy dura, pero es que la realidad es así de cruel y con la vida no se juega. Es una realidad por la que debemos luchar, y dar la vuelta radicalmente a esta cultura de muerte que se ha impuesto en la sociedad. Gracias a la colaboradora de Barcelona que envía este video.

4 comentarios:

GAZTELU dijo...

Impactante!!!
Siempre que participo en algún foro sobre el aborto termino diciendo siempre lo mismo,"el dinero,poderoso caballero".
El aborto es un negocio como otro cualquiera,si no fuese rentable no se practicaría ni uno solo.
En este video se habla claramente de ello.
Es "repugnante" ganar muchisimo dinero engañando a mujeres deseperadas y matando a seres inocentes.
GRACIAS POR EL VIDEO

Pseudonima anónima dijo...

Me gustaría dejar una reflexion de un tipo de aborto que se esta practicando en Espana . En las clínicas de fertilidad con slogan como :te ayudamos a ser madre se practican a diario abortos selectivos. Después de tratamientos de fertilidad, implantados, y que salen adelante con embarazos de trillizos de varias semanas le preguntan a los padres si quieren dos o tres.Un porcentaje elevado optan por dos y se mata al tercer niño dentro de su madre. Estos abortos no figuran en las estadísticas como tal porque estos casos se consideran embarazos exitosos .
Me impacto cuando hace poco alguien de mi trabajo me
dijo que al final solo quería dos. Este es un tema que me
pone muy triste.

Ariadna dijo...

Ojalá esta película abra los ojos a muchas personas y seamos conscientes de lo que supone abortar: el fin d una vida y otra que queda destrozada de por vida. Y ésto último es lo que muchas veces se esconde y lo que hace más daño.

Y tú, ¿cómo lo vives? dijo...

Es muy triste, pero detrás del aborto sólo hay dinero.

Hace unos días leí que los niños no nacidos, no es que tengan derecho a vivir, sino que tienen derecho a SEGUIR viviendo.
Es muy fuerte, pero no se está respetando el derecho más fundamental, el primero de todos.

Aún queda mucho. Hay que seguir rezando.