martes, 3 de noviembre de 2009

Entrenamiento

Es lo que necesitan, y muchas horas, los protagonistas de esta auténtica exhibición de acrobacia baloncestística.
Y horas de tozudez santa, necesitamos también nosotros para incorporar las cosas de Dios a nuestra vida. Al final, casi no cuestan esfuerzo; ese ratito de oración, una visita diaria a algún sagrario, un poquito de examen, rezar por la noche..., pero detrás tiene que haber horas y horas de entrenamiento.

7 comentarios:

GAZTELU dijo...

Que barbaridad
como me gustaria ser asi de ágil.























Que barbaridad como me gustaria ser así de ágil!!!!
Estoy de acuerdo con ustedes que con la vida espiritual ocurre un poco lo mismo.
Nuestro entrenamiento espiritual tiene que tener un horario en el que procuremos que nada interfiera en él.
A mi personalmente tener presencia de Dios me parece muy importante y a Dios le encuentras en cualquier momento del dia,trabajando en la oficina,en la cola del super,esperando a los niños a la salida del cole etc...cualquier palabra de cariño,jaculatorias te hace sentir su presencia y su compañia y además creo que es un buen paso para empezar a tener vida interior,buscarle en culaquier momento del dia y en las circunstancias mas tontas porque la mayoria de los mortales queremos ser santos en medio del mundo.
GRACIAS

Pseudonima anónima dijo...

"Entrenamiento el incorporar las cosas de Dios a nuestra vida"
Hace años me gustaba un chico y me iba a la biblioteca por si coincidíamos estudiando y porque me lo pasaba genial con el.
Ahora pienso lo mismo del Senor,se que está en todos los sitios pero desde hace poco me entreno todos los días sentandome un rato delante del Sagrario y le digo: Aqui estoy y de aquí no me muevo ,por si te veo pasar...

ARCENDO dijo...

Nada, ni en el plano humano, ni en el espiritual, se consigue sin la práctica. En el segundo, oración y Sacramentos son la gimnasia del alma.
SALUDOS.

Carlos Esteve Rozas dijo...

Espectacular sin duda!

Guerrera de la LUZ dijo...

Llevo unos días en la cama con fiebre y en mi delirio me acordaba de esos reyes que tenían su habitación pegada a un oratorio para poder asistir a Misa desde la cama, qué envidia...
Por suerte existen las comuniones espirituales y el Señor viene cuando le deseamos. Viene con toda su fuerza.

Entrenamiento, intentar vencer cada día la pereza y el egoísmo, y todo lo demás lo suple la Misericordia.

Pseudonima anónima dijo...

Carlos me alegro que te dejes caer por aquí! Vente más días! Y Guerrera hoy precisamente estaba pensando donde estaras metida? Y Angel también!
Ponte buena , espero que no haya sido gripe "con letra" ,y no envidies a los Reyes , por el oratorio si, pero creo que se lavaban poco ( no quiero ni imaginarmelo).

Jaime Sanz dijo...

¡Ya estamos todos !A mejorarse!