miércoles, 20 de octubre de 2010

Compararse

Es un vicio tremendo. No llegará a extremos como el de este extraño paciente, pero es como si los demás fueran espejos en los que mirarnos y compararnos continuamente.
Agradece lo que tienes y eres; descubre tus propias cualidades; los demás también tiene defectos, y no todo les sale siempre bien.
Nuestro único modelo debe ser el Señor, y los demás nos ayudan a mejorar con sus virtudes, su ejemplo y su oración, y nosotros les ayudamos también a ellos.
¡Caramba qué rotundo ha quedado esto!

3 comentarios:

GAZTELU dijo...

"Las comparaciones son odiosas" dice el sabio refranero español.

Es muy propio de las personas estar contínuamente comparándose.

Como bien dice usted, nuestro referente debe ser Dios , aceptar cada uno nuestras lumitaciones y luchar cada día de nuestra vida por mejorar y ayudar a los demás también a hacerlo.

El del video, es un jeta profesional!!!! lo terrible es que estas situaciones, no tan exageradas, se dan en nuestra sanidad pública y así nos va claro...

GRACIAS Y BUEN DIA

GAZTELU dijo...

"Las comparaciones son odiosas" dice el sabio refranero español.

Es muy propio de las personas estar contínuamente comparándose.

Como bien dice usted, nuestro referente debe ser Dios , aceptar cada uno nuestras lumitaciones y luchar cada día de nuestra vida por mejorar y ayudar a los demás también a hacerlo.

El del video, es un jeta profesional!!!! lo terrible es que estas situaciones, no tan exageradas, se dan en nuestra sanidad pública y así nos va claro...

GRACIAS Y BUEN DIA

Anónimo dijo...

Gaztelu, te vengo a hacer compañía....
Y también se dice: "No es oro todo lo que reluce". Quizá nos dejamos más deslumbrar que iluminar. Un alma iluminada por la verdad se fija en las personas y aprecia con pureza. AC