martes, 19 de octubre de 2010

Saber cuando uno molesta...

Es un arte. Algunas personas tienen un don para pasar ocultos, para no hacerse nunca pesadas y no estorbar. Saben estar y acuden en cuanto hacen falta, y quitarse de en medio cuando su presencia ya no se necesita.
Todo se aprende.

3 comentarios:

GAZTELU dijo...

Me ha recordado a lo que mi padre llama "despedidas gaztelu". Siempre tenemos algo más que decirnos en el rellano del ascensor, y el pobre se descompone.

En cuanto a la entrada de hoy yo la hubiera etiquetado como humildad y delicadeza de alma.
Cuantas personas pasan por nuestro lado con tal sencillez que casi no apreciamos su labor callada y eficaz haciendo posible grandes acontecimientos.

Pensemos en esas personas y recemos HOY especialmente por ellas, si nos paramos a pensar un rato hay hay "cientos".

Mi homenaje y mi oración por ellas en el día de hoy.
Lo siento D.Jaime, a mí me salió del alma interpretar asi hoy la entrada porque lo del "ascensor" me parece una pesadilla.

GRACIAS A TODOS

Pseudonima anonima dijo...

Pues hoy no se si escribo por pesada o por fidelidad...( creo que por lo segundo....)
De lo que hoy hablan me recuerda a la sal, deberíamos "dar sabor" en todos los ambientes, que nuestra presencia no pasase desapercibida pero sin buscar notoriedad,sin ser una piedra de sal en medio de la comida.
Siempre que pienso algo así, me imagino como seria la Virgen... ( no me pega nada una cosa tan pía , pero tengo que reconocer que la pienso muchas veces)

Vila dijo...

Hoy voy a discrepar: o es un arte, por tanto es un don con el que se nace, o es una actitud que se aprende, pero las dos cosas a la vez no se puede.

Yo pienso que es un don, y que aquellos que no lo tenemos, deberemos de poner de muestro esfuerzo para intentar percatarnos de "lo pelmas" que podemos llegar a ser e intentar corregirnos.
Pero creo que es dificil de aprender, lo normal es que te lo digan con mayor o menor cariño; depende de el tipo que te encuentres enfrente.