miércoles, 14 de noviembre de 2012

El recordatorio de Belén con la Virgen del colegio

Me han pedido que lo ponga en el blog. He tenido que sacar varias fotografías con mi "supermóvil", retocarlas un poco, y creo que no han quedado nada mal. La verdad es que es preciosa esa imagen, que tantas oraciones ha acogido siempre, pero especialmente estos días por Belén.
Cada vez que la veo al entrar en el oratorio, me gusta más, y los piropos salen casi sin darse uno cuenta, al ver los besos sonoros de los más pequeños al llegar.
Ya lo conté en la homilía del funeral, pero es que me hizo tanta gracia, que lo quiero compartir con vosotros, lectores del blog.
Hace unos días al llegar al colegio vi una retaca de primero de primaria, que llevaba de la mano a su hermana de tres años, que le estaba recordando, en ruso (el idioma que hablan estas pequeñajas) que había que ir a dar un beso a la Virgen. La "mayor" me explicaba como lo haría su madre, que menos mal que me lo ha recordado mi hermana porque a mi –me decía- con la música del coche, se me va el santo al cielo… Empezar así la mañana es para dar gracias a Dios el resto del día, ¿a que sí?
¡Cuántas miradas de cariño de Belén habrá recibido! Por cierto: nunca se iba del colegio, sin despedirse del Señor y de su Madre, que la veía yo. ¡Aprende!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué shock da leer " deja poso, ilumina", como lo está haciendo Belén en tantísimas personas.
Y la Virgencita de Aldeafuente tiene algo...
Las niñas han conseguido que much@s volvamos a tener esa confianza y ese cariño a la Virgen que aprendimos de pequeños.

Un día entrando en el oratorio me encontré con un renacuajo de 4 años subida y colocada entre el altar y la Virgen gesticulando y hablando en voz baja.
La conversación fue la siguiente:
- Ey, baja , que haces ahí subida?
- Estoy diciendole algo a la Virgen.
- Y qué le dices?
- Que me deje el Niño Jesús , que me lo llevo, que ella ya lo ha tenido mucho rato.
- aahh! Bueeeeeno... Y que te ha dicho?
- De momento...parece que no me lo deja.

Desde aquel día cada vez que entro en el oratorio le digo a la Virgen: déjame a Jesús! Ven conmigo a casa! Ven a mi trabajo! Ven a todos los sitios!.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por todo lo que escriben éstos días. Es muy conmovedor y admirable.
Lucía

Jaime Sanz dijo...

Gracias Anónima por la anécdota, que es muy graciosa...
Y gracias Lucía, por tus ánimos y oraciones.

Anónimo dijo...

ALUCINANTE TODO ESTO.... ALUCINANTE...