jueves, 8 de julio de 2010

Haciendo historia: Simplifica

Hagamos historia
(Esta sección del blog pretende recordar una selección de entradas antiguas, que pueden servir de "repesca" a los que se incorporaron después. Espero que la selección esté bien hecha. Podéis sugerir las que más os hayan gustado)
Tengo debilidad por este anuncio, porque me encanta. El hombre propone y Dios... dispone. Todo lo de aquí abajo nos parece, definitivo. Hacemos planes, programamos viajes, trabajos... Calculamos tiempos, beneficios, rentabilidades... Y nuestro castillo de naipes se puede ir al traste, con un simple soplo de viento.
Ponerse en manos de Dios no significa esperar sin hacer nada a que nos llame a su presencia, sino hacerlo todo de cara a Él; ofrecerle nuestro trabajo; hacerlo con honradez de cristianos y perfección de buen profesional; servir al prójimo y buscar su bien además del nuestro, y decirle al final del día: "Señor: todo esto es para ti, para tu gloria"

3 comentarios:

GAZTELU dijo...

No puedo añadir nada a la entrada de hoy porque sus palabras me han emocionado.
GRACIAS por recordarnos que todas nuestras obras deberían ser "invisibles",todo para ti Señor.

GAZTELU dijo...

No puedo añadir nada a la entrada de hoy porque sus palabras me han emocionado.
GRACIAS por recordarnos que todas nuestras obras deberían ser "invisibles",todo para ti Señor.

Pseudonima anónima dijo...

Esta reflexion me recuerda al cuento de la lechera. Hacemos planes tan contentos ( y muchas veces confiando solo en nuestras fuerzas al margen de Dios) ...y de repente (zas!)la vida te sorprende y viene la torta( catapún) y lo único que le faltaba al cuento de la lechera para que fuese más alegre y más cristiano: Levantarse con alegría después de caer y ponerse a cantar( tralara, tralara...)

Creo que he sido demasiado gráfica, pero es que desde que empezaron las vacaciones tengo empacho de cuentos...