jueves, 27 de enero de 2011

Meter la pata

A veces ocurre. Decimos que la niña es muy guapa... y es un niño. Damos el dato de que Cervantes y la imprenta son contemporáneos... cuando los separa un siglo. O preguntamos cómo fueron las vacaciones... cuando hace tres años que no se pueden ir.
Es el momento de rectificar, pedir perdón y ...olvidarse cuanto antes, para no dar más vueltas a las cosas. Como cuando nos confesamos...

3 comentarios:

GAZTELU dijo...

QUE HORROR!!!
Esto si que es meter la pata!!!

Estas situaciones de la vida corriente se dan con relativa frecuencia,lo mejor es abordarlas con naturalidad y pedir disculpas rapidamente porque sino pueden llegar a enquistar relaciones personales.

En cuanto a la confesión, que vamos a decir, corriendo a buscar el perdón de Dios que es el mejor bálsamo para el alma de una persona.

GRACIAS

Y tú, ¿cómo lo vives? dijo...

Menudo pifie!!
Lo mejor, examen a diario. Así vamos puliendo el alma, sacando día a día lo que sobra y consiguiendo que nuestra alma sea un poco más delicada. Ayuda porque al día siguiente intentas que no vuelva a pasar y poco a poco, se va consiguiendo.
La confesión... para salir como nuevos!! Tenemos una suertaza!!

Gracias Capellanía!!

Pseudonima anonima dijo...

Qué metedura de pata más graciosa!
De la confesión nos cuesta entender que Dios olvida todo aquello de lo que nos hemos confesado, yo creo que como nos manejamos con parámetros humanos te queda siempre la tristeza de ser un desastre, y en ésos desánimos está muy interesado el enemigo... Qué fresco!

Me gusta lo que propone Nuria, para no despistarse con el viento: hacer examen a diario. ( Es el estropajo para que no se acumule la roña, que se pega con una facilidad increíble)