martes, 14 de diciembre de 2010

Celebrar la Navidad

Porque es una gran fiesta, y aprovechando que estamos en familia, podemos enseñar lo que celebramos y el porqué de nuestra alegría. Mucha gente esto no lo sabe: nosotros sí. Y la alegría nace no de las burbujas del cava, sino de las del alma. Y esa ni deja dolor de cabeza, ni nos hace decir tonterías...
(¡En el blog evitamos el monopolio y las reglas de la libre competencia, faltaría más!)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La alegría de la Navidad no sólo esta en los adornos, regalos, comilonas,... Vivir la Navidad está en que todo lo que mostremos a los demás, hable de Dios. Mirar, hablar, hacer, como lo haría Cristo, nos cuesta pero sólo así viviremos la verdadera alegría de sentirnos Hijos de Dios. Gracias. AC

Pseudonima anonima dijo...

Esta semana estaba en un centro comercial en plena calle Serrano,me paré en los adornos navideños para ver los Belenes, ni rastro de un Niño Jesús! , salvo unos Belenes microscópicos que no se adivina quien es quien... Renos,bolas , muñecos de nieve. Me voy a los libros y en todos los cuentos de Navidad ni medio Niño Jesus.
Me encontré unos libros preciosos , por fin,con explicación para niños sobre el Niño Jesus, los traslade al pasillo central por donde pasaba todo el mundo. El dependiente me miró , y como me pilló con una pila de libros le dije, ya verá qué bien se venden, es que es Navidad... Y de éstos
pidan más y no tanta bola de nieve que habla... A que le encantaban los Reyes de pequeño?
Hay que meternos en lo que significa de verdad, y cuando pienso en la pobreza y en la sencillez de Belen, dan ganas de vivir de otra manera , mirando a Jesus.

Y tú, ¿cómo lo vives? dijo...

Relamente estamos perdiendo el verdadero sentido de la Navidad.. pero para nosotros no deja de ser una gran fiesta y tenemos que prepararla con tiempo y ganas de reibir lo mejor que podamos al Niño Jesús.

Gracias!!

Vila dijo...

Ayer en la oficina como necesitaba un poco de consuelo para mi alma (mi padre está hospitalizado) le pedí a una compañera que esos villancicos que estaba poniendo tan bajito, que los pusiera bien altos, que si alguien se "quejaba" qye ya me encargaría yo.

Claramente nadie se quejó y el sonido de los villancicos me llenaron de paz y me reconfortaron.

Estos días son dias de alegría, en casa, en el o los hospitales, en el trabajo y sobre todo en el corazón, que es de donde debe de salir para los demás lugares. Tenemos que preparar nuestra alma y poner un bonito Belen para que nazca Jesus con renovado empuje.