domingo, 12 de diciembre de 2010

La elegancia

Ahora la llaman glamour, pero me gusta más elegancia. Esto daría para un debate interminable y seguro que l@s comentaristas aportan ideas muy interesantes. Dejo solo un apunte: la elegancia exterior es un reflejo del orden interior, el del alma. Un alma elegante si encima elige amar a Dios es... ¡irresistible!

4 comentarios:

Angelo dijo...

La misma palabra es bella. Me gusta la elegancia, no puede estar mejor definida de como lo han hecho en este post. Feliz domingo

Pseudonima anonima dijo...

La elegancia la relaciono con muchas cosas, empiezo:
Saber estar, saber hablar y callar, no contar cosas personales de los demás, saber vestirse y comportarse de forma sencilla pero adecuada para cada momento,ser reservada y a la vez natural, saber ser contenid@, que los demás no perciban si tienes hambre, sueño, prisa, agobio, sólo ser un lugar de paz para el que se acerque...( como el anuncio, la chica va iluminando todo por donde pasa).

Una gran sonrisa viste más que un traje de Loewe...para mi la elegancia como nos cuentan hoy tiene nombre de paz interior , que sólo la he encontrado en ser " amiga de Dios" y en regalar ésa alegría a los demás.

Angelo, qué bien que te dejas ver por aquí!!.
Gaztelu, seguimos al pie del cañón!

Anónimo dijo...

"Quién ama su dignidad, cuida su elegancia"
Eso es es lo que transforma la animalidad en humanidad. La verdadera elegancia radica en el alma; pone en ella el amor, la virtud y el saber verdaderos. Y eso no es algo innato, sino que se cuida y se trabaja. AC

GAZTELU dijo...

el tono humano de este blog es impresionante!!!

GRACIAS